viernes, 27 de noviembre de 2009

LO QUE IMPORTA Y LO QUE NO

La operación bikini, los atracones navideños, la vuelta al cole, el pecho operado de una pseudofolclórica, la señora entrada en carnes comiendo sandía en la playa, la modelo con el futbolista o el torero, los escarceos de un presidente de república, un partido de segunda b, un famosillo con gripe A, los cambios de color en un buscador de internet, una franquicia de una tienda de ropa abierta en Irak, restaurantes para perros y el récord guinness de chupar candados...

Noticias... algunas recientes, otras más lejanas, otras hasta la saciedad repetidas como tópicos obligados. Todas ellas con su espacio, con su tiempo, con sus ritmos, con su ceremoniosa elaboración y su momento de gloria. Otras veces lo que gusta es buscar la pupa, la sangre, las vísceras, la suciedad, los jóvenes y el botellón, los jóvenes y las drogas, los jóvenes... y todos nos llevamos las manos a la cabeza. Eso sí, que nadie quite su momento de gloria en los medios de comunicación a un grupo de estudiantes haciendo botellón, rifando comas etílicos y haciendo declaraciones a los medios a base de monosílabos, dos terceras partes no contemplados en la RAE. Ahí sí. Ahí sí está el ojo avizor de la cámara, el micrófono certero, el agudo reportero.

Veinticinco de noviembre de 2009. Sevilla. Manifestación no violenta de 1500 jóvenes, ambientólogos y ambientólogas de Andalucía. Venidos desde todas las provincias. Alzando la voz y no el puño. Lanzando al aire sus gritos y no piedras. Y moviendo sus pancartas a un lado para dejar paso al metro ligero de Sevilla. Ahí no hay sangre, ni vísceras, ni humo de contenedores. Hay una unidad ejemplar de un colectivo joven pero ya cansado de una administración que le da la espalda. La misma administración que auspicia su formación es la misma que quiere su descomposición. Paradoja. Pero a quien le importa… no merece la pena ser publicado. ¡Uy, mira! estamos en noviembre y hay que hablar de lucecitas navideñas! Pero sí que importa. Les importa a los 1500 manifestantes de Sevilla y a sus 1500 familias, a sus amigos. A otros 1500 compañeros ambientólogos andaluces que no pudieron asistir por diferentes motivos pero que nos acompañaban de corazón y también con el corazón de sus 1500 familias. A los miles de ambientólogos del resto de España que miran estupefactos lo que la administración andaluza hace con los ambientólogos aquí. Le importa al medio ambiente, que pierde profesionales altamente cualificados (digan lo que digan los interesados gremios agarrados a la teta de la "Mamajunta") A quién le importa. A los medios de comunicación en Andalucía no. O quizá alguien les dice lo que importa y lo que no. Lamentable.